martes, 17 de marzo de 2015

Es más probable que un matrimonio termine en divorcio cuando quién enferma es la mujer


marzo 8, 2015

Esta al menos es la conclusión de un estudio de la Universidad de Iowa recién publicado. Innumerable parejas han recitado aquellas palabras de “en la salud y la enfermedad” el día de su boda con la intención de respetar esa declaración. Pero esto parece ser más fácilmente dicho que cumplido.
Un estudio de la Universidad de Iowa ha analizado la tasa de divorcios en las parejas en las que uno de los integrantes fue diagnosticado de una enfermedad seria. El estudio, publicado en el número de marzo de la revista Journal of Health and Social Behavior, encontró una probabilidad de divorcio un 6 por ciento mayor en las parejas en las que la mujer enfermera en comparación a aquellas en que permanecía sana. Sin embargo, la enfermedad del marido no incrementaba el riesgo de divorcio.

Amelia Karraker, directora del estudio, manifiesta que los datos no permiten explicar la razón, pero hay varios motivos por los que una enfermedad puede poner a prueba un matrimonio. Por ejemplo, la persona sana es con frecuencia el o la cuidadora principal y puede tener que asumir toda la la responsabilidad de gestionar el hogar.
“ Hay una diferencia importante entre sentirse enfermo para hacer la cena y necesitar a alguien que te dé de cenar. Esto es algo que puede alterar de verdad las dinámicas dentro del matrimonio, “ comenta Karraker. “si tu pareja no puede trabajar por la enfermedad, se sabe que las restricciones económicas son un importante factor predictor de divorcio en sí mismas.”
La calidad de la atención es otro factor. Las mujeres están por lo general menos satisfechas con los cuidados de sus maridos, dice Karraker. Esto se debe a que los hombres, especialmente los mayores no han recibido la educación social para ser cuidadores en la misma medida que las mujeres, y se sienten menos confortables en ese rol.
Los autores del estudio han utilizado datos del Estudio de Salud y Jubilación (Health and Retirement Study), en los que no se recogía si el divorcio era iniciado por el hombre o por la mujer. Es posible que algunas mujeres hayan decidido poner fin a su matrimonio debido a los cuidados recibidos.

“Las experiencias de vida o muerte pueden hacer que la gente revalúe qué es importante en sus vidas,” dice Karraker. “ podría suceder que las mujeres digan, ‘No estás haciendo un buen trabajo al cuidarme. No estoy satisfecha con ello o ya no estaba satisfecha con la relación y prefiero estar sola que vivir un mal matrimonio.’”
¿Hasta que la muerte nos separe?
Cada vez más parejas se divorcian en las últimas etapas de la vida, lo que puede ser un resultado de la mayor esperanza de vida. En el pasado, algunos matrimonios habrían terminado por viudez en lugar de por divorcio, comenta Karraker. Para comparar los autores comprobaron también si los matrimonios de la muestra terminaron debido a fallecimiento de la pareja.
De los 2710 matrimonios incluidos en el estudio, un 32 por ciento terminaron en divorcio, en comparación con un 24 por ciento por fallecimiento de un cónyuge. Los datos de matrimonios fueron recogidos durante un periodo de 20 años y uno de los integrantes tenía que tener al menos 51 años al principio del periodo de estudio. El divorcio resultó más frecuente cuando las personas del estudio eran más jóvenes, mientras que el fallecimiento fue más frecuente a medida que las personas se hacían mayores. Los investigadores encontraron que la probabilidad de enviudar se incrementaba en un 5 por ciento cuando los maridos enfermaban y un 4 por ciento cuando lo hacían las mujeres.

Otros estudios han encontrado que las parejas casadas tienen una mejor salud mental y física. Irónicamente, esta investigación demuestra que la enfermedad pone a la mujer en riesgo de perder estos beneficios en términos de salud del matrimonio.

“Creo que la investigación pone de manifiesto la vulnerabilidad potencial de las personas que enferman. Hay un elevado riesgo de depresión por la enfermedad al que se suma un elevado riesgo de divorcio, “ dice Karraker. “Las personas con problemas de salud pueden tener menos acceso a relaciones socialmente beneficiosas, lo que a su vez puede comprometer su salud aún más.”

Marriage more likely to end in divorce when wives get sick, according to ISU study – ISU news service, 4 marzo 2015. http://goo.gl/LWMkKHKarraker A, Latha K. In Sickness and in Health? Physical Illness as a Risk Factor for Marital Dissolution in Later Life. Journal of Health and Social Behavior March 2015 vol. 56 no. 1 59-
FUENTE:www.in-pacient.es/noticia


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